La policía se puso manos a la obra y no tardaron en detener a los supuestos secuestradores, seis mujeres y un hombre quienes reclamaron su inocencia. La versión de la joven era que un día antes conoció a varias personas en Facebook, quienes la invitaron a una fiesta.
La presunta víctima dijo que la fiesta se prolongó hasta muy tarde, y cuando ella les avisó a sus nuevas amistades que ya era tarde y tenía que regresar a su casa la amenazaron y le impidieron la salida.
Pocas horas después la verdad sobre el secuestro comenzó a salir a la luz. En el interrogatorio la joven no tardó en confesar lo ocurrido por sus contradicciones.
Lo que ocurrió fue que en la fiesta tomó mucho alcohol con sus amigas, hasta llegar a perder el conocimiento debido a la borrachera. A la mañana siguiente al despertarse, entendió que tendría problemas en su casa por no haber llegado, por lo que decidió inventar el secuestro sin pensar las consecuencias.
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